Siempre hay un motivo. Un por qué tanto a nivel personal como empresarial. Una filosofía vital que nos empuja a realizar determinadas cosas. La nuestra, en salazones artesanales, entronca con la necesidad de salvaguardar una serie de sabores clásicos valencianos.
Sabores de nuestros ancestros. Sabores de una serie de productos valencianos que hemos rescatado y perpetuado para transmitir su esencia.
En salazones artesanales somos la suma de lo que han sido y transmitido nuestros antecesores. Una serie de ejemplos de los que nos sentimos muy orgullosos. Ya sabes el viejo refrán, “quien a los suyos se parece, honra merece”. ¡Qué orgullo reflejar en cada elaboración lo que nos han trasmitido!
Y, como no podía ser menos, el compromiso primigenio de nuestra elaboración cotidiana pasa por realizarlo todo de manera artesanal. Todo es manual, más auténtico. La limpieza del producto, por ejemplo, se realiza, como todo, en Valencia. No hemos sucumbido a que se realice en Marruecos o Rumanía. En esos países es más económica la mano de obra, pero no controlaríamos el resultado final.
Queremos que todo lo que llegue a tu paladar sea auténtico y esté controlado.
Otra de las claves para preservar el sabor pasa porque no utilizamos ni conservantes ni colorantes. ¿Qué implica? Que disfrutas de un sabor más auténtico. Por ende, los tiempos de caducidad son más limitados. Y, como elaboramos bajo pedido, todo llega a tu domicilio con la máxima frescura.
Es cuestión de principios. Los de salazones artesanales. Por ellos nos regimos. Por y para ti.
